Consejos para el mantenimiento de tus barandillas de aluminio

En la sociedad de hoy en día ¿Quién tiene tiempo para limpiar las barandillas de su cubierta cuando están ocupados trabajando, viajando, estudiando, haciendo la cena, haciendo recados, poniéndose al día con los amigos, y así sucesivamente? Las barandillas deberían ser fáciles de limpiar. Afortunadamente, las barandillas de aluminio requieren muy poco mantenimiento. Además de ser duraderas, bonitas y asequibles, las barandillas de aluminio no necesitan prácticamente nada de mantenimiento. Así que si te preguntas cómo limpiar las barandillas de aluminio, has venido al lugar correcto. Nosotros somos expertos y, créenos, no tienes que preocuparte. ¡Va a ser una lección corta!

Cómo limpiar la barandilla de aluminio

Limpieza rápida

Los chubascos estacionales mantienen las barandillas lo suficientemente limpias. Sin embargo, si estás en un período de sequía, o quieres ayudar en el proceso, puedes darle a tu baranda un manguerazo rápido. Si la barandilla está un poco sucia o salpicada de polen, deberías encontrar que con algo de agua o quizás un trapo húmedo es todo lo que vas a necesitar para que vuelva a estar como nueva. Y si la barandilla está a menudo cubierta de resina de los árboles, realiza limpiezas rápidas más a menudo; la exposición al sol y el calor pueden hacer que sea más difícil de quitar.

Aprender a limpiar las barandillas de aluminio es tan simple como eso: ¡sólo tienes que coger la manguera y rociar!

Limpieza a fondo

Si el lodo no se mueve o los escombros se endurecen y se pegan, puede que necesites usar un poco más de grasa para los codos. Usando agua, jabón no abrasivo y una esponja, simplemente frotando la suciedad debería irse la suciedad con facilidad. No utilices una esponja seca o muy áspera, ya que puede dañar la superficie de la barandilla y causar arañazos. Después de la limpieza con la esponja, enjuaga con agua.

Para obtener los mejores resultados, limpia tu barandilla en un día fresco y nublado. Si realmente tienes problemas con el hollín o la suciedad, intenta combinar 1/3 de taza de detergente en polvo, 2/3 de taza de limpiador doméstico y 1 vaso de agua. Aplica la solución en un área pequeña de la barandilla para asegurarte de que no cambie el color de esta o la dañe de alguna otra manera. Luego, suponiendo que no haya daños, limpia toda la baranda con esta solución y luego enjuaga con agua antes de que la solución se seque.

· Consejos de limpieza adicionales

Inspeccionando tu barandilla 

Ahora que sabes cómo limpiar las barandillas de aluminio, es importante que también evalúes el estado de las mismas. Una o dos veces al año, tómate el tiempo para inspeccionar a fondo tu baranda, comprobando si hay signos de desgaste. Como las barandillas exteriores se enfrentan a muchas condiciones climáticas extremas: lluvia, granizo, viento, nieve, hielo, calor extremo, etc. – pueden erosionarse con el tiempo. Lo ideal es que lo hagas durante el otoño y la primavera, para poder reparar cualquier daño causado durante las estaciones más extremas, el invierno y el verano. Durante su inspección, debes buscar los siguientes problemas:

• Tornillos y clavos oxidados
• Decoloración
• Escombros
• Barandillas sueltas o que se tambalean

Estos problemas pueden ocurrir naturalmente con el tiempo, pero por suerte, son fáciles de arreglar. Reemplaza los tornillos y clavos oxidados, y la decoloración de los retoques con una pintura en aerosol o un lápiz de retoque del mismo color y tono. Lava los escombros y enjuaga con agua. Finalmente, si la barandilla está suelta, comprueba la conexión de los postes con el marco de la cubierta. Tal vez necesites apretar los pernos o reforzar la conexión de alguna otra manera.

¿Cada cuanto debo hacerlo?

En condiciones normales, planea limpiar tu barandilla sólo una vez al año. Incluso entonces, podrías encontrar que una limpieza puede ser innecesaria. Algunas personas aprovechan para limpiar sus barandillas cuando limpian su terraza (o patio, balcón, etc.).

Si tu barandilla se encuentra cerca del océano, una piscina o un spa, tendrás que limpiarla e inspeccionarla con más frecuencia. El agua salada y los productos químicos para piscinas pueden corroer las barandillas, deteriorándolas y debilitándolas, por lo que la limpieza no es sólo una cuestión estética; podría afectar al estado funcional de su barandilla. Enjuaga ligeramente la barandilla con frecuencia para reducir la acumulación de sales, productos químicos y suciedad. También puede que necesites lavar la barandilla con más frecuencia si vives en una zona particularmente polvorienta o sucia. 

Y por último, si tu baranda está ubicada en un entorno industrial, o está cerca de una zona de obras, deberías examinarla cada tres meses (y límpiala si es necesario).

Esperemos que con estos consejos, ahorres tiempo y dinero en el mantenimiento de tus barandillas de aluminio.